top of page

ADIÓS

  • Anónimo
  • 14 feb 2019
  • 2 Min. de lectura

Mi última relación me pegó más duro que el cigarro y el alcohol, y estoy en mi rehabilitación de un tóxico amor.

Cuando hay más insultos que caricias, más peleas que besos, más lagrimas que sonrisas y más mentiras que palabras tiernas en esa relación ya no hay amor, simplemente es una maldita obsesión de querer estar con alguien a pesar del sufrimiento y del dolor.

Caí en la adicción de un mal amor y como para salir de todo vicio necesito mi rehabilitación, ya no lo estoy consumiendo, ahora me estoy limpiando, dejando el pasado atrás poco a poco voy avanzando, me esta costando un chingo no se imaginan cuanto pero estoy mejorando.

Me intoxiqué de falsas ilusiones, de mentiras y engaños, la droga más fuerte "el amor" me había cegado, no supe como controlarlo, alguien tuvo que hablarme fuerte "Mira tu vida, abre los ojos porque la estas cagando" tuve que tocar fondo, los adictos sólo así entienden.

Al principio todo era hermoso, nunca me imaginé la pesadilla que se aproximaba, mi principe azul en realidad siempre fue una rana, el amor nos pega duro pero un desamor prácticamente te noquea, con el tiempo me fui dando cuenta de la verdad, en mi rostro ya no había felicidad pero la única culpable era yo por permitirle aún patán tener poder sobre mí.

Parte de mi rehabilitación es sacar todo lo que esta podrido de mi vida, una nueva mujer esta naciendo pero ahora menos ingenua y con más experiencia, para que alguien me vuelva a enamorar me va a tener que demostrar que de verdad vale pena.

Estoy en rehabilitación de un mal amor, si últimamente no me han visto sonreír a las personas que se preocupan por mí les pido tiempo, pronto regresará esa mujer alegre que siempre han conocido.

Adiós tóxica relación, ya no quiero que mi felicidad dependa de alguien, quiero mi libertad, quiero volar, vida sólo hay una y la voy a disfrutar.

 
 
 

Comments


bottom of page